Está claro que el modelo SaaS presenta grandes oportunidades de crecimiento para los Proveedores de Software Independientes (ISV).
Y los beneficios van más allá de conseguir y llegar a nuevos clientes: SaaS aporta agilidad, aumenta el ritmo de innovación, mejora la eficiencia operativa general e impulsa la competitividad en el mercado. Transformarse con éxito a SaaS requiere que el ISV considere primero todos los retos empresariales y técnicos antes de embarcarse en el viaje de la modernización. Es importante que los ISV desarrollen una estrategia empresarial clara que les ayude a obtener los beneficios que desean.
Esto empieza por desarrollar primero una visión de lo que aportará SaaS, asegurándose de que todos los supuestos se validan mediante la recopilación de datos de apoyo: es importante no empezar con una visión sesgada o mal informada para que los ISV puedan estar seguros de que se alcanzarán los objetivos deseados. Para fundamentar esta estrategia, los proveedores ISV deben plantearse preguntas al principio de su viaje SaaS, como por ejemplo cómo van a satisfacer las necesidades de los clientes utilizando el modelo SaaS, qué van a necesitar para apoyar el crecimiento y qué competencias tienen y necesitan para apoyar la modernización. Es igualmente importante identificar cualquier carencia de habilidades o conocimientos en operaciones, ventas, marketing y atención al cliente para minimizar los obstáculos a la modernización.